Historia

PRESENTACIÓN DE LA INSTITUCIÓN

 

 

CREACIÓN: CONTRATO FUNDACIONAL

 

 

                        El Instituto fue creado el 22 de junio de 1988 por Resolución 4861/88 de la Dirección General de Escuelas y Cultura de la Provincia de Buenos Aires, con las carreras de Magisterio Especializado en Educación Primaria (MEEP) y Magisterio Especializado en Educación Inicial (MEEI). Comenzó las actividades académicas el 1o. de agosto.

 

            “El grupo de profesores que nos reunimos en agosto de 1988 nos sentimos responsables de la formación de los docentes que de este Instituto egresaran.

 

            Todos participábamos en otros centros de formación, pero no estábamos satisfechos con los resultados de nuestra tarea. Tomamos conciencia de que teníamos en nuestras manos la posibilidad de crear un Instituto abierto a los problemas de la comunidad de Merlo, un centro de investigación, docencia y servicio para las áreas de Inicial y Primaria. Y nos abocamos a la búsqueda e identificación de las formas organizativas que major respondieran a las demandas de los protagonistas del Proyecto Institucional. Paralelamente apareció la preocupación de capacitarnos, alumnos y docentes, para actuar en Merlo, un distrito del conurbano bonaerense con características propias.”

 

“Construyendo en conjunto el Instituto de Formación

Docente que queremos para Merlo”.  1989.

 

 

            “Nos propusimos mejorar la calidad del Plan de Formación Docente; este objetivo lo elaboramos, ejecutamos y evaluamos en diferentes instancias amparados por las Resoluciones 3845/91 y 1556/92 de la D.G..E.y .C.. A partir de 1993 el Instituto participa del Plan de Reforma Curricular para las carreras de MEEI y MEEP, que coordina el Consejo General de Educación y Cultura, manteniendo el espíritu que nos impulsó desde el inicio de nuestra tarea.”

 

“Área de Investigación de la Realidad Educativa: Pasado y presente”. 1994.-

 

 

 

HISTORIA INSTITUCIONAL

 

 

Año 1988

 

 

                        La primera vez que se trató de escribir el Proyecto se inició el texto diciendo: “Los docentes que asumimos la organización del Instituto de Formación Docente Nº29, decidimos transformar la realidad de los servicios educativos en contenidos de aprendizaje institucional. Este reciclaje continuo entre teoría y práctica, facilitaría a nuestros alumnos-docentes una inserción menos dificultosa en la compleja realidad socioeducativa de Merlo”.

 

                        Ese año el eje pasó por acordar la meta y los objetivos institucionales. Entonces, “sintiéndonos protagonistas desde el comienzo, plasmamos nuestras reflexiones sobre el docente que nuestra comunidad necesita a través de la formulación de objetivos y resueltos a crear espacios, propusimos que también los alumnos formulasen los propios, y nos reunimos en una jornada con suspensión de clases reflexionando juntos, culminando con un debate sobre la realidad socio-educativa del distrito y la formulación consensuada de los objetivos institucionales.”

 

                        “La meta: construir un tránsito autogestado hacia un instituto de formación docente de investigación y servicio en el área, de inicial y primaria”.

 

 

Año 1989

 

 

                        Se eligieron para el logro de los objetivos reuniones entre los profesores con distintas dinámicas. Estas dinámicas tendían a facilitar la integración entre los docentes, el análisis de las problemáticas comunes y la reflexión sobre las posibilidades de acciones alternativas.

 

                        Un elemento común a todas las reuniones fue que luego de discutida y delineada la problemática en cuestión, eran los docentes en pequeños grupos de reflexión quienes elaboraban las estrategias a seguir en la consecución de los objetivos planteados: estas decisiones grupales eran consensuadas en reunión general y era allí donde se fijaban los próximos pasos.

 

                        “Evaluamos que se requiere transformar la organización institucional (cátedra individual, metodología, forma de evaluación, reglamentaciones, etc) y convenimos que lo realizaremos en los tiempos que nos vayamos dando, pero sin pausa hacia ese Instituto que anhelamos.”

 

                        Se visualizó la asignatura T.I.R.E. como elemento que permite asumir el proceso de aprendizaje en una relación dinámica tal que, en la acción educativa de los servicios escolares de Inicial o Primaria, el alumno-docente se encuentra con el problema, que es desagregado desde la teoría en el contexto del Instituto, para poder volver a la escuela del que surgió bajo la forma de una realidad concreta, con un propuesta de acción.

 

                        Se concertaron reuniones semanales en las que todos los alumnos trabajaran agrupados por proyectos semejantes. Los profesores, en forma simultánea y rotando, asistían las necesidades de cada grupo.

 

                        Este trabajo se realizaba entre las 18.00 y las 21.00 horas. Luego de este horario los profesores se  reunían para profundizar la elaboración del proyecto y poder vivenciar entre los colegas formas interdisciplinarias que brindaran la seguridad necesaria y la posibilidad de elaborar entre todos la incertidumbre que provocaba la asunción de aspectos renovadores en el rol docente.

 

 

Año 1990

 

 

                        “Se incluyen aquí cambios en distintas áreas, pero especialmente hemos tratado de realizar modificaciones en lo curricular-organizativo, por entender que fijarnos en cualquiera de esos aspectos sería alimentar alguna de las sutiles tramas del currículum “oculto”, por las cuales se perpetúa, tradicionalmente, la escuela que queremos modificar”.

 

                        “Creemos que se trata de un proyecto global que en su resultado formal propone una transformación de toda la estructura curricular en sucesión y simultaneidad”.

 

                        No se continuó con el Tronco Común: los grupos de primaria e inicial se constituyeron por separado. A esta determinación se arribó por considerar que cada una de esas carreras tiene su especificidad y se hacía necesario que los profesores que se hicieran cargo de algunas discilinas, además del título habilitante y los conocimientos necesarios para ello, tuvieran práctica completa en el nivel implicado.

 

                        Las disciplinas curriculares, agrupadas en dos áreas, se distribuían de lunes a jueves; los viernes estaban dedicados a otras actividades académicas: “Día de Trabajo por Proyectos” con los alumnos y “Perfeccionamiento docente”, ambas con frecuencia quincenal  y alternándose entre sí.

           

                        Este perfeccionamiento docente tenía como eje la transformación de la propia práctica. Los contenidos a trabajar por esos equipos o áreas eran su propia metodología de trabajo, la reformulación de contenidos, las formas de abordar la realidad. La planificación surgía a partir de las necesidades de los docentes y las demandas de los alumnos.

 

 

Año 1991

 

 

                        El 25 de febrero se realizó la primera reunión del año, para comenzar a planificar las actividades de ese ciclo lectivo.

           

                        Una de las tareas a llevar a cabo consistía en la reorganización de las actividades de los alumnos de los días viernes. Ya durante el mes se habían celebrado algunas reuniones informales en el Instituto para intercambiar ideas; esto permitió que se llegase al encuentro del día 25 con varios borradores de propuestas. El objetivo era encontrar una forma que despertara el interés de los alumnos y respondiera a los objetivos del proyecto institucional.

 

                        Hubo acuerdo en que las reuniones de los viernes debían tener las características de seminario-taller a cargo de uno o dos profesores y se incorporara a alumnos de los cursos superiores como co-coordinadores;  la temática debía permitir recrear los distintos roles, abriendo el horizonte de la formación docente, completándola y mejorándola.  El propósito era “promover espacios con un tiempo para la vivencia, la reflexión y la conceptualización como síntesis del pensar, del sentir y del hacer”.

 

                        A esta altura del desarrollo del proyecto se estaba en el segundo año de transitar en las aristas del sistema. Había suficientes modificaciones en la organización de las cargas horarias y en los desarrollos curriculares, por nombrar algunos aspectos, como para que se recibiera con suficiente alborozo la Res. 3845/91. La misma cubría lo transcurrido y determinaba que el proyecto fuera incluído en la Comisión de Reformulación de Planes de Estudio del MEEI y de MEEP.

 

            “Nos animamos entonces a presentarlo en las Primeras Jornadas de Formación de Maestros, en Tandil. Estábamos entre colegas, nuestro discurso se entendió, se valoraron las experiencias transcurridas y esto nos alentó. Cuando se presentó allí la obra de teatro que los alumnos habían crado fue muy impresionante, fundamentalmente para nuestros alumnos, que al recibir el comentario de los presentes, alumnos y profesores, veían azorados las diferencias entre los distintos ámbitos de formación docente a través de las apreciaciones de su trabajo.”

 

“Cómo que la utopía no es posible”. 1992.-

 

 

 

Año 1992

 

 

                        “El año 1992 fue, por así decirlo, un tiempo de seguridad. Se profundizaron proyectos que venìamos persiguiendo desde hacía tiempo”.

 

                        En el área de fundamentación se logró construir la red conceptual del área; los equipos docentes que lo venìan trabajando pudieron integrar los marcos teóricos. Tener un producto sólido, dinámico y sobre todo propio, resultado de un trabajo conjunto, redundó en una más significativa circulación de los conocimientos implicados: teoría, acción y reflexión tenían un marco de pertenencia.

 

                        Las asignaturas del segundo año de la carrera acordaron trabajos de desarrollo curricular en conjunto y con acuerdo de los alumnos se evaluaron integradas, sobre todo las didácticas especiales con la psicología evolutiva y/o la didáctica del nivel.

 

                        Estos acuerdos entre disciplinas permitieron un acercamiento fecundo entre teorías, con referencia especial a la propia tarea de enseñar.

 

                        Se logró encontrar la forma de hacer que la corrección de planes fuera una tarea de aprendizaje significativo, a la vez que un momento de construcción social y evaluación conjunta. Se implementó el Taller de Prácticas con espacio físico propio a cada una de las asignaturas curriculares y rotación según necesidad de los alumnos-docentes y profesores de práctica. Se desarrollaba una vez semanal y en horario simultáneo para todos los cursos con alumnos practicantes.

 

            “También en este año se integró una Comisión de Reforma del Plan de Magisterio que coordinó el Consejo General de Educación y Cultura. Luego de haber recorrido un trayecto de construcción en esto que hemos dado en llamar reforma curricular, y de haber vivido esto de la angustia institucional que genera el aprendizaje cultural implicado en hacer un Instituto instituyente y una práctica profesional que se extiende más allá de las propias matrices de quienes lo realizan.  Ahora poder integrarnos con otras instituciones nos dio otras posibilidades de lectura de la realidad y reflexión sobre la misma.”

 

“Área de investigación de la realidad educativa: pasado y presente”. 1994.-

 

 

 

Año 1993

 


                        En el año 1993 el Proyecto de Modificación Curricular para los Planes de MEEP y MEEI permitió trabajar en un diseño acordado interinstitucionalmente. Los ejes de interdisciplinariedad, trabajo interrama, investigación y relación teoría-práctica se marcaron con acento en el primer nivel de la carrera: se profundizaron las dinámicas de trabajo compartido, la evaluación de los procesos implicados y las acreditaciones areales. La investigación de la realidad ESCUELA en sus distintas dimensiones fue el principio ordenador de las áreas de Fundamentación, Didáctico-curricular y de Expresión.

 

                        El diseño se sistematizó y si bien básicamente todos los institutos participantes adhirieron a él,  por ser abierto y flexible cada institución terminó de cerrarlo de acuerdo a sus características y posibilidades. Se vivió una situación de tensión: por un lado el resguardo que aportaba pertenecer a un proyecto juridiccional, por otro tener la sensación de haber puesto en riesgo la autonomía institucional que tanto gratificaba y alentaba.

 

                        En el segundo año se profundizaron las experiencias iniciadas y en el tercer año se colocó un acento muy especial en hacer de la tarea de investigación un proceso de investigación-acción.

 

                        La tarea del Area de Investigación de la Realidad llevó a que todos los esfuerzos disciplinares y areales se concentraran en torno a ese eje nombrado: la Escuela. Producir la investigación e informarla varió la dinámica institucional profundamente. Fue emocionante:

 

            “Equipos docentes y alumnos nos encontramos vivenciando la construcción social de los conocimientos y la evaluación conjunta de transformaciones que,  habiéndolas producido en conjunto, nos habían modificado a todos”.

 

 

                        Fue durante ese año también que se tomó conciencia de la necesidad de trabajar conjuntamente con otros  actores importantes en la formación de los alumnos docentes (servicios educativos del nivel implicado – maestros orientadores). Así surgió el curso de “Construcción del rol del Maestro Orientador”,  primer  actividad de  extensión, dirigida a docentes de Inicial y Primaria del distrito de Merlo que tenían a su cargo practicantes. Fue un punto de partida coherente con el eje sostenido institucionalmente, ya que se partía de las “propias prácticas” como orientadores, para redefinir el quehacer docente como espacio de reflexión y conocimiento enmarcado institucionalmente.

 

 

 

Año 1994

 

 

 

                        Recién en ese año se visualizaron problemas significativos: la necesidad de avanzar en los procesos de construcción de la interdisciplinariedad, la investigación, la relación teoría práctica y la reflexión sobre la práctica, vinculada a la relación interrama. Se volvió sobre los propios objetivos en ese momento del proceso de construcción del currículum institucional para la formación docente y se reformularon sus términos:

 

·       favorecer la reflexión crítica desde una visión interdisciplinaria de la realidad observada en los servicios educativos de inicial y primaria;

– generando espacios de reflexión desde la postura interdisciplinaria en el   abordaje de la realidad;

– definiendo problemas del fenómeno educativo;

– logrando la articulación de las variables que apuntan a los problemas definidos.

 

·       favorecer la investigación como instrumento eficaz de la práctica docente;

– fomentando la observación crítica de la realidad;

– desarrollando la formulación de hipótesis;

– identificando los problemas;

– logrando la verificación de los resultados.

 

·       lograr el análisis de la realidad educativa a partir de los diferentes marcos teóricos;

– logrando la apropiación de los diferentes marcos teóricos;

– interpretando los datos de la realidad.

 

·       lograr la interacción de los niveles implicados en la formación docente;

– propiciando la retroalimentación entre distintos agentes de la comunidad educativa de ambos niveles.

 

 

 

Año 1995

 

 

                        Luego de siete años de práctica institucional como formadores de formadores, se reconoce haber transcurrido un camino de marchas y contramarchas, con tiempos de gran crecimiento y momentos de mayor tranquilidad y expectativa,  considerando que en este ciclo lectivo se avanzó hacia un nivel más alto de abstracción y/o síntesis en el enunciado de los objetivos institucionales:

           

            “El Instituto se ha propuesto como objetivo: continuar con el tránsito cogestado hacia la conformación de un ambito de sólida preparación profesional para alumnos docentes, profesores y directivos, a través de:

 

·       la investigación de la propia práctica docente como forma de poder explicar la realidad y operar sobre ella;

·       sostener un vínculo dialéctico en la relación teoría – práctica que nos permita llegar a reflexionar teóricamente en el marco de referencia socio-cultural en el que se inserta la acción docente;

·       profundizar en el proceso de construcción de un encuadre metodológico interdisciplinar que nos permita comprender los objetivos de la realidad sin perder de vista su espacificidad o su diversidad.

 

·       Un ambito de reflexión y encuentro para todos los docentes de su zona de influencia y verdadero modelo de escuela abierta a las inquietudes de su comunidad.

 

 

 

Año 1996

 

 

                        Se trabajó con el propósito de sistematizar los tres programas que se venían desarrollando y que la jurisdicción enuncia como Formación de Grado, Investigación y Extensión.

           

                        La propuesta fue avanzar en la construcción del Proyecto Institucional/ Curricular,  asumiendo la propia historia y sobre la Práctica Docente como eje de la tarea.

 

                        El camino ya recorrido permitió  ir resolviendo aspectos de la propia práctica pedagógica que presentan obstáculos, a través de propuestas superadoras,  en un modelo de investigación-acción; modelo que – en las actuales tendencias de formación del profesorado –  parece ser el más propicio cuando se intenta lograr modificaciones en la tarea.

 

 

                        “Se valoriza el espacio del Trabajo Institucional Compartido por ser donde:

 

·       “nos permitimos” reflexionar sobre nuestra propia práctica;

·       se construyen los acuerdos sobre la acción necesarios para acercarnos a una formación interdisciplinaria para los docentes de inicial y primaria;

·       se facilita la permanente evaluación de las acciones que implementamos para elevar la formación de nuestros alumnos docentes;

·       “nos permitimos” implementar la dialéctica realidad/ teoría/ práctica”.

 

 

 

Año 1997

 

 

 

                        Con el inicio de este ciclo lectivo comienza la implementación de los nuevos  planes de formación docente. Los contenidos  propuestos se organizan en una estructura conformada por los Espacios de  Orientación Areal,  Fundamentación, Práctica Docente y de Especialización por Niveles.

 

                        La estructura enunciada tiene notables coincidencias con las formas en que la institución venía planteando la formación docente. El área de los Contenidos de Expresión no está contemplada en el primer año del diseño definido desde la juridicción. El Instituto, evaluando positivamente la importancia de la permanencia de dichos saberes a partir del primer nivel,  implementa los mecanismos necesarios para presentar esa oferta enriquecedora como propuesta curricular institucional.

 

                        De los encuentros entre docentes, directivos y alumnos surge el tema que parece constituir una de las mayores preocupaciones de este año: considerados  los procesos de   evaluación areal del ciclo anterior, “tenemos que ocuparnos de superar las propuestas que se implementaron como evaluaciones finales”.